La cal en el agua o “dureza” es más común de lo que crees. Los minerales que conforman la cal son, de cierto modo, necesarios para nuestra salud. No obstante, la presencia de ellos sin un control adecuado puede llegar a ser bastante incómodo en el día a día. Sin mencionar que, si no se trata adecuadamente, esto produce un daño notable en nuestras tuberías.
Es por eso que muchos prefieren tener un descalcificador en casa. Ya sea que la elimine o cambie su composición para que, a pesar de seguir presente, el agua de nuestra tubería tenga más suavidad. Para esta tarea, hay muchas marcas y tipos de descalcificadores en el mercado, y ese es nuestro tema de hoy.
La razón por la que existen diferentes tipos, es porque trabaja de formas diferentes, ya sea que eliminen la cal o directamente la dureza del agua. Antes de saber sobre todo esto, veamos que es un descalcificador y cuáles son sus componentes.
¿Qué es un descalcificador de agua?
Ya sean que lo llamen descalcificador o suavizador de agua, estamos hablando del mismo dispositivo. Se trata de un artefacto que permite disminuir, eliminar o disimular la presencia de sales minerales en el agua, así como de depósitos e incrustaciones en las tuberías.
Para cumplir su función, este emplea diferentes métodos, químicos o mecánicos (según el tipo de descalcificador que sea). Independientemente de su tipo, su finalidad es la misma: prevenir incidencias vinculadas a la salud, así como mejorar la calidad y textura del agua.
Componentes de un descalcificador
Cuando hablamos de descalcificadores, se puede decir que hay para hogares y para industria. Los de hogar suelen ser bastante sencillos, mientras que los de industria pueden ser más grandes y complejos.
De cualquier manera, los descalcificadores domésticos, al ser los más comunes, normalmente presentan los mismos componentes. Estos son:
- Válvula de control. En algunos modelos, esta puede estar regulada por un microprocesador.
- Válvula mezcladora.
- Columna de descalcificación con resina. Esta puede ser de intercambio iónico.
- Una entrada de agua.
- Salida de agua (por donde sale el agua descalcificada).
Dependiendo del tipo, algunas pueden tener un desagüe o una conexión eléctrica. Se consideran elementos adicionales a los depósitos para sal o las válvulas anti-retorno.
Tipos de descalcificadores
Principalmente, existen 3 tipos de descalcificadores: mecánicos, químicos y catalíticos. No obstante, hemos decidido ampliar estas categorías, ya que hay otros tipos que también vale la pena mencionar, sobre todo porque tienen o han tenido gran popularidad.
Descalcificadores mecánicos o hidráulicos
Los descalcificadores mecánicos no requieren de corriente eléctrica y funcionan según el principio de osmosis inversa. Esto significa que aprovechan el diferencial de presión para eliminar los minerales. Para esto, emplea una membrana semipermeable que detiene el paso de las impurezas. Como resultado, solo puede pasar el agua tratada.
Aunque sean utilizados en hogares, estos sistemas son complejos y requieren de un mantenimiento permanente. No obstante, son altamente eficientes cuando se trata de purificar agua con un caudal pequeño, como los de un bebedero, por ejemplo.
Descalcificadores electrónicos o electromagnéticos
Este tipo de descalcificadores trabaja con impulsos eléctricos, que modifican la estructura molecular del calcio, con la finalidad de que sus cristales se mantengan en suspensión en el agua y no se incrusten en las tuberías.
Su eficiencia depende del flujo del agua, puesto que esta debe tener cierto contenido de calcio para que estos pulsos eléctricos funcionen. Sin embargo, esto es válido y suele ser una buena opción para los hogares.
Descalcificadores catalíticos
Estos descalcificadores son poco comunes en los hogares, ya que son utilizados en industrias o edificios empresariales. Cuentan con una aleación de metales, que se encarga de precipitar el carbonato de calcio presente en el agua, causa de la cal.
A pesar de que no sean muy comunes, sí existen descalcificadores catalíticos domésticos, suelen ser electrónicos y basan su funcionamiento en la creación de campos magnéticos para lograr la precipitación antes mencionada. De esta forma, modifican la estructura molecular de los cristales de calcio para que no se incrusten en las tuberías.
Esta acción la realizan empleando un tubo de acero inoxidable y un núcleo compuesto de una aleación de cobre, níquel, estaño y zinc; diseñados de forma tal que se genere un cambio de presión. Esa aleación genera pequeñas corrientes eléctricas que causan la precipitación del carbonato de calcio.
Aunque existan quienes no confían en este tipo de descalificadores, la verdad es que han demostrado ser eficientes, además de que son de bajo mantenimiento.
Descalcificadores químicos
Estos tipos de descalcificadores son comercialmente conocidos como descalcificadores con sal. La realidad es que estos dispositivos funcionan con cartuchos de zeolita (un compuesto químico), que se encarga de intercambiar iones de calcio y magnesio por iones de sodio/potasio. Gracias a esto, este se considera un tipo de descalcificador de alto mantenimiento, puesto que es necesario sustituir los cartuchos cada cierto tiempo.
A pesar de esto, estos dispositivos no requieren de sustancias contaminantes, no cambian la composición del agua y tampoco necesitan recargas periódicas de sal. Es por esto que, desde hace tiempo, son los más utilizados en los hogares.
Comparado con los descalcificadores mecánicos, electromagnéticos o catalíticos, los químicos tienen una excelente eficiencia. Sin embargo, esto se ve opacado por el mantenimiento que requiere, los consumibles, el derroche de agua que implica y la alta cantidad de cloruro de sodio que deja en el agua. Por esta razón, se han visto desplazados por los descalcificadores ecológicos.
Descalcificadores ecológicos
Este tipo de descalcificadores de agua son conocidos como los descalcificadores sin sal y se han convertido en la opción favorita para quienes son nuevos en este mundo.
Su funcionamiento no requiere de ninguna sustancia química ni alto mantenimiento para lograr su cometido. El descalcificador ecológico libera pequeñas cantidades de zinc que transforman la calcita en aragonita, eliminando el elemento responsable de la cal soluble en el agua.
En ese sentido, no elimina la cal del agua, sino que la convierte en cristales para que no se pegue en las tuberías. Esto también repercute en su sensación al tacto, puesto que se vuelve más suave y menos dañina para la salud.
Lo mejor de los descalcificadores sin sal es que no solo eliminan la dureza del agua, sino que también pueden eliminar gérmenes, bacterias, y microplásticos. De esa forma, estos tipos de descalcificadores son los más recomendados para mantener en un buen estado las tuberías. Sin mencionar que no necesitan electricidad para funcionar, por lo que no genera gasto de consumo.
Conclusión
Eliminar la dureza del agua es importante, sí, puesto que representa un problema para nuestra salud, electrodomésticos y tuberías. No obstante, es bueno conocer qué tipos de descalcificadores ofrece el mercado y cuáles son los mejores según sea el caso.
Si bien los descalcificadores sin sal suelen ser la mejor alternativa, lo ideal es que consideres todas las opciones para escoger la que más te convenga.